La educación primaria es esencial en la formación de la persona, ya que se establecen las bases para el aprendizaje y se adquieren hábitos de trabajo, habilidades y valores que mantendrán toda la vida. Es por esto la gran relevancia de los aspectos metodológicos.
La acción educativa procurará la integración de las distintas experiencias del alumnado y se adaptará a sus características y ritmos de trabajo.
Las actividades se diseñarán partiendo del nivel competencial previo del alumno, lo que permitirá alcanzar más de una competencia. Además se aplicará dentro y fuera del aula, de forma que todo tenga un carácter integrador y globalizador, en el que se trabajará varias áreas o materias. Estas actividades y/o proyectos combinarán tradición e innovación, como los recursos tecnológicos, de manera que enriquezcan el aprendizaje del alumnado.
Todas estas actividades y proyectos se basan en la propuesta del plan de acción con el que buscamos conseguir un resultado práctico. Ayudará al alumnado a organizar su pensamiento favoreciendo la reflexión, la creatividad, la crítica, la hipótesis y la investigación consiguiendo así personas más autónomas y emprendedoras.
Toda esta metodología se basará en un aprendizaje cooperativo, de forma que a través de la interacción conozcan la resolución y las estrategias utilizadas de manera conjunta y puedan así utilizarlas en situaciones similares.
El papel del docente es clave a la hora de diseñar, concretar y planificar los objetivos, los contenidos y los estándares evaluables así como en la selección de materiales y recursos didácticos de calidad.
Todo esto no tendría sentido sin la implicación y participación activa de los alumnos y alumnas, tanto dentro como fuera del aula.